“Pocas semanas después, la misma mujer joven volvió a ver al monje en estado de gran agitación. El monje le preguntó si su método funcionaba, y la mujer le rogó que le enseñara inmediatamente a deshacer el daño que pudiera haber infligido.
“El monje fingió sorpresa y preguntó qué había provocado tal cambio en su corazón y su mente.
“Ella respondió que, al cabo de unas semanas de masajear en forma regular a su suegra de la manera que él le había enseñado, se había encariñado mucho con ella y que ahora se querían mucho.
“Entonces el monje, sonriendo, le explicó que nunca había tenido la intención de enseñarle la forma de dañar a nadie, sino todo lo contrario.
“Le había enseñado un masaje para unirlas, creando así amor y armonía en su vida familiar”.

El masaje es un arte milenario que se ha practicado en todas las culturas alrededor del mundo, como medio para recuperar la salud y conservar la mente y espíritu en armonía.
La experiencia de un buen masaje es capaz de transportar al receptor a un profundo estado de serenidad y calma; de establecer un contacto íntimo consigo mismo y devolverle la salud y vitalidad a varios niveles.
Beneficios del masaje
A nivel físico
– Mejora la circulación sanguínea.
– Refuerza el sistema inmunológico.
– Relaja la musculatura.
– Elimina los desechos tóxicos
– Mejora notablemente la postura.
– Calma el sistema nervioso, razón por la cual disminuye las enfermedades ocasionadas por el estrés.
– Exfolia la piel y promueve la regeneración celular.
– Estimula la producción de químicos cerebrales que generan bienestar.
– Mejora el insomnio.

A nivel mental y espiritual
– Aumenta la conciencia de uno mismo.
– Favorece la concentración y la claridad mental.
– Desbloquea emociones .
– Funciona como antidepresivo.
Para tener en cuenta: el lugar, el profesional y el producto
Pero, tambien, hay ciertas pautas imprescindibles a la hora de brindar un masaje,
– El ámbito: cálido o fresco, según la época del año, aseado, con música suave.
– El masajista: debe demostrar conocimiento, seguridad, higiene, calma
– El producto: otro detalle no menos importante es, dependiendo de la técnica, el producto con el que vamos a realizar el masaje.

Una crema para masajes debe permitirnos el deslizamiento sin dejar residuos (las odiosas y antiestéticas “bolitas“).
– No necesitar la reposición del producto constantemente.
– Si vamos a incorporarle aceites esenciales (aromaterapia) es fundamental que el producto no contenga perfume para evitar que las fragancias compitan o distorsionen el aroma del o los aceites utilizados para la patología a tratar.
– Que aporte hidratación a la piel y que no necesite ser retirada al finalizar el masaje (no siempre contamos con la infraestructura o el tiempo para el baño del paciente).
Ana Lía Silvera.
Técnica Universitaria en Cosmética, Cosmiatría y Estética. Instructora de TAEE Taping Aplicado en Estética
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Ana Lía Silvera
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