Los pies, y en especial los talones, suelen ser los grandes olvidados y no reciben los mismos cuidados a los que dedicamos a otras partes del cuerpo.
Los talones agrietados son un signo de falta de atención al pie, sobre exposición o falta de humectación.
Las manos, por su parte, son la parte del cuerpo que mas utilizamos día a día razón por la cual se ven expuestas al contacto con diversas sustancias irritantes o incluso por un lavado por demás frecuente.
Las razones más frecuentes
– Envejecimiento natural. A medida que avanzamos en edad, la piel pierde elasticidad una de las principales razones que determinaran la sequedad de la piel.
– Factores hereditarios. A veces, el tener la piel seca depende de ciertas características genéticas.
– Rutinas diarias. La piel seca y gruesa alrededor de los talones es más propensa a agrietarse y, mayormente, se debe a una excesiva actividad del pie. Tiempos prolongados paradas o pisos duros pueden también causar grietas en los pies.