La melanina es un pigmento que le da color al cabello, ojos, piel, etc. Fotoprotector muy eficiente, disipa más del 99,9% de la radiación absorbida, transformándola en calor y previniendo el daño indirecto al ADN.
La melanina dérmica es producida por los melanocitos. Estos raramente se encuentran en las capas superficiales de la epidermis. Sin embargo, aunque generalmente todos los seres humanos poseen concentraciones similares de melanocitos en su piel, se producen variaciones en algunos individuos y según los diferentes grupos étnicos.
En este último caso, la genética interfiere dando una mayor o menor concentración de melanina en la piel. Algunos individuos, tanto en animales como en humanos, carecen de melanina, o bien tienen concentraciones mínimas de ella, lo que produce la condición conocida como albinismo.
Hay distintos tipos de melanina. Tanto la feomelanina como la eumelanina sí se pueden encontrar en la piel y cabello humanos, pero la eumelanina es la más abundante de las melaninas en los humanos. También es la que más frecuentemente muestra deficiencias en el albinismo.
Los melanocitos se encargan de insertar gránulos de melanina en los vecículos celulares especializados, llamados melanosomas. Así, después, estos son transportados dentro de otras células de la piel localizadas en la epidermis. Los melanosomas en cada recipiente celular se acumulan encima del núcleo de la célula, donde protegen el ADN nuclear de cualquier mutación causada por la ionización o radiación que provocan los rayos ultravioleta del sol.