Podría decirse que el eyeliner es mucho más que un producto cosmético que se emplea para pintar la línea de los párpados.
Además de un aliado y un elemento estratégico del maquillaje, el eyeliner define y acentúa la forma de los ojos. Es decir, una herramienta fundamental en la estética de la mirada.
El eyeliner se aplica de adentro hacia afuera. Es decir, desde el lagrimal hacia el exterior del ojo, realzando el párpado para evitar miradas caídas.
Siempre se lo debe utilizar después de la sombra de ojos y antes de la máscara de pestañas. También es recomendable comprobar el espesor del producto antes de aplicarlo directamente sobre la línea del ojo.