El calor, el viento, la exposición solar, el aire acondicionado, los cambios de temperatura, el cloro de la piscina… son algunos de los factores que afectan a todos los tipos cutáneos, pero especialmente a las pieles intolerantes.
Esta hipersensibilidad, caracterizada por una barrera cutánea más frágil, hace que estas pieles estén más expuestas e indefensas frente a las agresiones externas.
Así, con la llegada del verano, las pieles sensibles suelen ser las más vulnerables.
Por eso son tan importantes los cuidados en esta época del año como la utilización de los productos cosméticos adecuados.
Para ello, el laboratorio Carthage ofrece Deep Care Piel Sensible, una línea reparadora y antiedad capaz de elevar el umbral de tolerancia cutánea, estimular los mecanismos de defensa y aliviar la inflamación, disminuyendo las rojeces y otorgando calma y máximo confort a la piel.