– Laricyl, astringente derivado de un hongo. Produce un inmediato efecto de reducción de poros al ponerse en contacto con la piel.
A ello, se agrega la acción de los AHAs, que contribuyen a la renovación natural del estrato córneo, hidratando y afinando la piel engrosada, y de los principios activos del cidro y de la lima, que purifican, depuran y refrescan, actuando a la vez como antioxidantes.
Tratamiento

Realizar una correcta higiene con un gel detergente específico en la zona afectada. Enjuagar con agua tibia.
Equilibrar el pH cutáneo y tonificar con una loción que contiene, además, pomelo, fuerte astringente natural y antiacné.
Remineralizar la piel y realizar un micropeeling con una arcilla blanca adicionada con AHAs y ácido láctico, que desinscrustan y permiten realizar extracciones de manera simple. La arcilla desintoxica, absorbe y estimula, aportando sales minerales y oligoelementos.

Con una estricta asepsia, realizar extracciones.
Asperjar sobre la espalda gotas de una mezcla de aceites purificantes y reequilibrantes con Tea Tree Oil y limón, entre otros, que potencia la acción de regulación sebácea buscada.
Culminar con la aplicación de un fluido de textura liviana y de rápida absorción, que calma la piel enrojecida y elimina impurezas e imperfecciones balanceando y normalizando el equilibrio hidrolipídico.
Recomendaciones

Es muy importante recordar que el acné se agrava si las condiciones son ideales para la proliferación bacteriana y la obstrucción de poros. Por ello, debemos recomendar a nuestros pacientes:
– Mantener la piel limpia: si hay exceso de sudoración, quitarlo inmediatamente. Ducharse con un gel que contenga AHAs.
– Mantener el cabello limpio y libro de grasitud, evitando los fijadores y acondicionadores con vaselina y aceites minerales.
– Evitar el uso de prendas de telas de nylon o de fibras sintéticas que favorezcan un aumento de sudor y sebo.

– Evitar la manipulación de las lesiones por personas que no sean profesionales entrenadas. Al presionar con las uñas, es probable que se traumatice y se rompa el folículo ocasionando un pasaje del material a los tejidos circundantes y una reacción inflamatoria que desembocará en una cicatriz.
– Utilizar fluidos y emulsiones livianas recomendadas sólo por la profesional, que es quien mejor va a aconsejarlos.