El primer paso es hidratar regularmente los pechos, y no se necesitan cremas caras para eso. El aceite de oliva y de almendra pueden aportar a la piel mucho más que algunas lociones producidas químicamente, y a un mejor precio.
Si se encuentra al aceite de oliva muy espeso y difícil de aplicar, entonces se lo puede mezclar con un poco de agua. Por ejemplo, se pueden humedecer las manos y luego poner un poco del aceite en las palmas, fregándolas, antes de aplicarlo en la piel. Si no se posee este tipo de aceite, se puede utilizar una crema para el rostro, que es mejor que no hidratarla nunca.
Masaje del busto
Y ya que hidratamos el busto diariamente, ¿por qué no aprender algunas técnicas de masaje que se pueden usar al aplicar la crema o aceite?
El masaje del busto es una buena manera de incrementar la circulación sanguínea, tonificar la piel y músculos y prevenir o combatir el decaimiento.
Con más sangre circulando por los pechos, los tejidos en ése área reciben más hormonas e ingredientes vitales que ayudan a restaurar las células muertas más rapido, reparando los daños.
Algunos masajes incluso ayudan a incrementar el tamaño del busto, o eso es al menos, lo que indican varios especialistas.
Nutrición de los pechos
Una vez a la semana, al menos, los pechos necesitan una máscara nutritiva, para mantener su piel joven y resplandeciente. Una de las técnicas recomendadas es mezclar un poco de banana con miel y crema (o leche) y aplicarlo en el pecho por unos 20 minutos.
La banana es una fruta alta en vitaminas, que tiene propiedades nutritivas y de firmeza, que pueden ayudar a reducir las arrugas. La combinación con miel y leche para la belleza ha sido conocida y probada por siglos, siendo incluso la máscara favorita de Cleopatra.
Los productos derivados de la leche contienen ácidos suaves que actúan como un sutil peeling, mientras que la miel es rica en nutrientes, es antibacterial, y antiinflamatoria.
No está de más decir que los hábitos alimenticios saludables, junto a un ejercitamiento físico regular, contribuyen a la belleza del busto.
Finalmente, no hay que olvidar la buena postura. Nada luce menos atractivo que una mujer con un brilloso y saludable cabello, un impecable vestuario, y curvas sexy, caminando con sus hombros caídos y su panza afuera.
La mala postura puede arruinar la impresión que da una mujer, además que resulta malo para la salud. Por eso, ¡a enderezar la espalda, levantar el mentón, y mostrar al mundo un hermoso y bien cuidado escote!
