El síndrome de piernas inquietas (SPI) es un trastorno neurológico que causa una necesidad irresistible de mover las piernas, generalmente acompañada de sensaciones incómodas o desagradables.
Estas sensaciones suelen describirse como picazón, ardor, hormigueo o “como si algo se arrastrara” por las piernas.
Los síntomas suelen empeorar cuando la persona está descansando o en reposo, y se alivian al mover las piernas o caminar.
El SPI tiende a manifestarse principalmente por la noche, lo que puede interferir con el sueño, y por eso puede causar fatiga y alteraciones en la calidad de vida de quien lo padece.
Aunque la causa exacta no siempre está clara, se ha relacionado con factores genéticos, deficiencia de hierro en el cerebro, desequilibrio en la dopamina (un neurotransmisor relacionado con el control del movimiento) y ciertos factores ambientales o médicos como embarazo, insuficiencia renal o enfermedades neurológicas.
El tratamiento puede incluir cambios en el estilo de vida, como evitar la cafeína y mejorar los hábitos de sueño, así como el uso de medicamentos en casos más graves para controlar los síntomas.
Consejos para aliviar los síntomas del síndrome de piernas inquietas (SPI)
Mejorar los hábitos de sueño
– Mantener una rutina regular de sueño: irse a la cama y levantarse a la misma hora todos los días puede ayudar a reducir la frecuencia de los episodios.