El drenaje linfático facial es relajante y ayuda a tranquilizar, eliminar el estrés, los nervios y la ansiedad.
Se trata de una técnica de masajes con movimientos muy suaves y lentos de “bombeo”.
Las pequeñas presiones se dirigen en dirección a la linfa para eliminar las toxinas por vía natural. Desde el rostro baja hacia los ganglios profundos del cuello y luego drenan a la zona torácica.
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Fuente: Templo del Museo