La rosácea se caracteriza por ser una afección crónica de la piel que provoca que la cara se torne de color rojo y puede ocasionar hinchazón y úlceras cutáneas que lucen como acné.
Es sabido que si aplicamos algún tratamiento con calor, como una radiofrecuencia bipolar o tripolar para generar nuevo colágeno, o puntas de diamante para exfoliar la capa superficial de la piel, lo que haríamos seria empeorar su situación.
Pero, ¿qué sucede con pacientes que presentan dicha patología y quieren tomar un tratamiento de rejuvenecimiento facial?