Cuidar la piel es fundamental a la hora de prevenir el envejecimiento prematuro y, sobre todo, para evitar algunos problemas cutáneos muy comunes, como ser el exceso de grasa o la resequedad.
En el caso particular de las manos, es curioso que siendo unas de las partes de nuestro cuerpo que más utilizamos diariamente, al mismo tiempo suela ser, también, una de las zonas que más se suela olvidar. Especialmente a la hora de cuidar la salud y la belleza de la piel que las recubre y que nos protege.
De hecho, son varios los factores que pueden influir en la aparición de distintas afecciones en la piel de las manos; siendo la sequedad una de las más habituales.
Entre estos factores, podemos mencionar el clima (en especial el aire frío), el lavado con agua muy fría o muy caliente o en exceso, la manipulación de determinados productos de limpieza (como detergentes) y una dieta alimentaria poco variada y equilibrada.
Hábitos saludables, manos jóvenes
A la hora de mantener las manos jóvenes se debe prestar especial atención no sólo a los factores mencionados, que en definitiva son algunos de los principales “culpables” de que la piel de las manos tienda a resecarse, sino también a otros hábitos que influyen negativamente en su salud.