La grasa corporal cumple un rol fundamental para el organismo ya que actúa como aislante térmico y como principal reserva de energía del mismo.
No obstante, la cantidad y el lugar que ocupa la grasa son claves para determinar si altera o no la salud.
En el caso de la grasa acumulada en el abdomen, no sólo es un molesto factor estético, sino que es un fiel indicador de riesgo para la salud.
Se sabe que la grasa localizada en el abdomen es metabólicamente más peligrosa para la salud que aquella ubicada en las caderas, como sucede en la mayoría de las mujeres.
Los factores que dan origen a la grasa abdominal pueden ser muchos. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, la mala alimentación, el sedentarismo, el estrés, el sistema endócrino y sus hormonas.