Nos maquillamos para estar más lindas, pero a veces nos equivocamos y terminamos haciendo todo lo contrario. Pueden ser costumbres que aprendimos a los quince años copiadas de la abuela, productos que no nos sirven o creencias viejas que jamás comprobamos.
Aquí te detallamos algunos de los errores más comunes que, lejos de hacer magia, hacen brujerías.
Exceso de corrector
Si bien es fundamental y salvador para la vida, hay que saber elegir el tono adecuado para nosotras (uno menos que el de nuestra piel) y no entusiasmarse con el afán de corregir.
Demasiado producto sólo logrará resaltar los defectos en lugar de ocultarlos.