– Lunares
Pueden ser desde marrones hasta negros, con aspecto plano o en relieve. Se conocen como nevus.
Se producen por un exceso de pigmentación o por acumulación de pequeños vasos sanguíneos.
Tienen un carácter congénito.
Con la edad pueden desaparecer o hacerse mayores.
No presentan ningún problema físico, aunque muchas veces suponen un problema estético.
Debe vigilarse que no piquen, sangren o que cambién bruscamente de coloración, tamaño o forma; en cuyo caso debe hacerse una visita al dermatólogo.

– Manchas de sol
Son producidas por una excesiva exposición al sol que produce un aumento de la melanina.
Estas son muy habituales en la gente mayor que se somete a baños de sol.
Tienen un aspecto más irregular y más grande que las pecas.
– Cloasma o melasma
Son las manchas aparecidas durante el embarazo.
De color claro, se producen por una alteración hormonal en esta época, y por la ingestión de anticonceptivos y hormonas durante la menopausia.
Aparecen en ciertas partes de la cara, como la frente o las mejillas y en el pecho.
La exposición al sol predispone su aparición.
– Manchas azules

Pueden aparecer como consecuencia de un golpe.
A veces aparecen sin una causa aparente y de una manera habitual.
Estas pueden responder a motivos diferentes, desde una medicación a base de productos anticoagulantes; problemas de coagulación en la sangre (aspirinas, por ejemplo) en enfermedades como la hemofilia; algún tipo de deficiencia nutricional en el que falta la vitamina C, K o el ácido fólico; infecciones de la sangre o del hígado, o a algun tipo de cáncer.
De aparecer éstas y no estar motivadas por algún golpe, lo más aconsejable es una visita al médico.
– Vitiligo
Aparecen en forma de placas blancas, a veces rodeadas de un borde más oscuro.
Se producen como consecuencia de la pérdida de pigmentación cutánea por causas muy variadas: desde problemas en la tiroides hasta reacciones autoinmunológicas de la propia piel.
– Manchas de nacimiento
De color rojizo o amarronado, tienen su origen en el nacimiento.
Presentan formas y tamaños muy variados.
Prevención y tratamientos

Evitar una exposición prolongada al sol puede ser el mejor antídoto para que no aparezcan muchas de las indeseadas manchas en la piel.
Las personas que tienen tendencia a desarrollar manchas debería utilizar protección solar con factores elevados (esto se hace prácticamente necesario si se trata del vitiligo).
De presentarse estos problemas, la medicina y la cosmética moderna cuentan con procedimientos muy variados para su parcial o total eliminación.

Podemos acudir, por ejemplo, a la ayuda del láser, de cremas blanqueadoras o decolorantes y a la aplicación de técnicas como el peeling, que elimina las células de la epidermis e incentiva la aparición de otras nuevas, entre otros recursos.
Si se tienen motivos de preocupación por el aspecto de la piel, siempre resulta conveniente una visita a un profesional especializado, cosmetóloga o dermatólogo, para que diagnostique y proponga una posible solución.