El verano no es la mejor época para las personas que padecen problemas circulatorios pues aumentan la pesadez, el cansancio, los calambres, los hormigueos o la hinchazón.
El edema veraniego se debe a que los vasos sanguíneos se dilatan por el incremento de las temperaturas y se reduce la elasticidad de sus paredes, necesaria para bombear la sangre desde las extremidades hacia el corazón.
Para disfrutar del verano con unas piernas radiantes, el Laboratorio Carthage propone los siguientes tips:
– No exponer las piernas al sol o a cualquier otro foco de calor durante tiempos prolongados.
– No permanecer de pie o sentada con las piernas bajas por períodos extensos.