Otras afecciones en donde el agua de mar da buenos resultados son: obesidad, diabetes, problemas de riñón, próstata, estreñimiento, corazón, estómago, tuberculosis, hígado, presión alta, artritis, quemaduras, migrañas, depresión, hemorroides, desnutrición, calambres, problemas circulatorios, hemiplejía, prevención de gripes, psoriasis, sarna, inflamaciones, picazones, insomnio, úlceras varicosas, osteoporosis, cansancio, osteoartritis, cicatrización de heridas, colesterol, bocio (tiroides), parásitos, hongos, asma, cataratas, herpes, prevención de enfermedades hereditarias, alergia, rinitis.
Talasoterapia y turismo de salud

Actualmente existe una tendencia en las indicaciones de la talasoterapia relacionada con lo que se suele llamar turismo de salud. Esta tendencia tiene unos rasgos característicos y particulares muy relacionados entre ellos:
– Reencontrar el equilibrio fisiológico tras un periodo de fatiga o convalecencia.
– Recuperar el peso fisiológico o estético más deseable.
– Practicar conjuntamente actividad deportiva.
Todo ello para restablecer un estado de salud físico y psíquico enmarcado en el concepto actual de calidad de vida de las sociedades occidentales.
Técnicas en talasoterapia

Las técnicas utilizadas en talasoterapia son, por lo general, similares a las usadas en termalismo, ya sea minero-medicinal o a través de agua sanitaria.
Técnicas naturales
Son las técnicas realizadas al aire libre, aprovechando las condiciones y los elementos del medio marino. Las principales son:
– El baño en el agua de mar al aire libre.
– Los enterramientos en la arena de la playa.
– La aeroterapia marina, como son los paseos al borde del mar.
– Las curas de sol, la helioterapia.
Técnicas artificiales

Son las propias que se realizan en las instalaciones de los centros de talasoterapia.
– Balneación: consiste la inmersión en agua de mar dentro de las instalaciones de los centros. En estas inmersiones se pueden utilizar aditivos como sales, algas, aceites esenciales, etc.
– Balneación individual.
– Baños generales: bañeras con sistemas de aeración, baños de burbujas o chorros subacuáticos automáticos, baños de hidromasaje.
– Baños parciales: inmersión de manos (maniluvios) o pies (pediluvios).
– Balneación colectiva.
– Circuito de piscina: comprenden diversas piscinas de agua de mar a diferentes temperaturas (de 18 °C a 38 °C), zona de agua de mar fría, zona de saunas, baños de vapor marinos y zonas de reposo.
– Piscina dinámica: adaptadas con aparatos y material auxiliar para realizar ejercicios y técnicas de reeducación funcional con fisioterapeuta.
– Piscinas de marcha.
– Duchas: circular, afusión, escocesa.
– Chorros: jet o a presión, subacuático.
– Ducha Vichy, complementado en muchas ocasiones con masaje.
– Envolturas: de algas o de fangos marinos.
– Aerosolterapia marina: baños de vapor marino, aerosoles, inhalaciones, lavados nasales, irrigaciones bucodentales, pulverizaciones faríngeas, insuflaciones tubotimpánicas.
Técnicas complementarias

Otras técnicas que se utilizan como complemento en la talasoterapia son la masoterapia, los drenajes, la presoterapia, la electroterapia y otras técnicas de estética.
Contraindicaciones de la talasoterapia
Existen situaciones en las que la práctica de la talasoterapia se desaconseja con el fin de evitar un agravamiento o descompensación de alguna enfermedad.
Si bien muchas de estas contraindicaciones admiten matices, se pueden citar las siguientes:
Insuficiencias orgánicas graves o descompensadas: estados caquécticos; procesos reumatológicos agudos; procesos respiratorios descompensados; patología aguda reciente de corazón; angina; flebitis o trombosis venenosa reciente; insuficiencia de hígado o de riñón muy avanzados; enfermedades psiquiátricas en brote.
También en procesos infecciosos activos, fiebre, úlceras o heridas abiertas en la piel y en el primero y último trimestre del embarazo.
