Sin duda, la depilación es una de las acciones más recurrentes entre las mujeres (y por qué no decirlo, también en algunos hombres). Sentir ciertas partes del cuerpo suaves y libres de vellos es casi una necesidad que, por cierto, va muy de la mano con la belleza y la comodidad.
Para conseguir este objetivo, existe un sinnúmero de técnicas que van desde la máquina de afeitar hasta el láser, todos con disímiles resultados y para personas diferentes, pues existen aquellos que se manifiestan mucho más sensibles frente a estas prácticas y por lo tanto, una adecuada depilación podría evitar posibles alergias y otros desagradables problemas.
Una de las formas depilatorias consideradas como ciento por ciento higiénica y saludable es la que se practica con hilos de seda. A pesar de que el origen preciso de esta técnica es incierto, se establece a la India y el Medio Oriente como las zonas donde se gestó hace ya muchísimos años.
Técnica higiénica y saludable
“Se originó en el año 1.600 antes de Cristo”, asegura Paola Michea, esteticista integral y que practica la técnica del hair threading. Para ella, arrancar los vellos con hilos de seda es totalmente higiénico y saludable, pues además de su primer objetivo, también permite la exfoliación dérmica -una suerte de lifting natural- que no daña la piel.