Arrugas tardías en una piel asiática
Los signos del envejecimiento se instalan de manera diferente y aparecen, como media, 10 años más tarde.
Las arrugas se forman más a nivel de las patas de gallo, de la frente, del contorno de ojos y de la boca.

Son poco acentuadas hasta los 40 años pero, después, el proceso se acelera de manera no lineal.
El espesor de la epidermis disminuye, sobre todo en las zonas expuestas donde la renovación celular es peor.
Se observa también una pérdida de elasticidad.
Las arrugas aumentan en la superficie y en profundidad a lo largo de los años, pero pasados los 60 años su número y su longitud prácticamente no varía.
Problemas pigmentarios específicos de las pieles asiáticas

El envejecimiento de la cara en las mujeres asiáticas se manifiesta primero por la aparición de manchas pigmentarias.
Las primeras irregularidades se observan hacia los 30 años en las mejillas y en la frente, zonas fotoexpuestas que presentan depósitos de melanina.
Estas hiperpigmentaciones se acentúan a partir de los 50 años. Además, con la edad la piel adquiere un tono amarillo.
El sol no es el único responsable. Las hormonas también desempeñan un papel en el control de la pigmentación al provocar desajustes en la melanogénesis (el proceso de formación de melanina), aunque también habría que tener en cuenta un origen genético.
Piel asiática: una piel a menudo hipersensible

Las mujeres asiáticas presentan a menudo una piel muy sensible, incluso intolerante al estrés del entorno, como por ejemplo el efecto de la contaminación en la piel.
Enrojecen y se inflaman rápidamente.
Con diferencias según las regiones de Asia, los climas, los hábitos alimenticios y el modo de vida.
Fuente: Etat Pur