Existe una diferencia muy grande entre los aceites esenciales de grado terapéutico y los que simplemente se producen para aromatización.
A diferencia para las esencias para perfumería y aromatización, los aceites esenciales de grado terapéuticos tienen que ser puros, naturales y sin aditivos.
Los aceites o esencias para perfumería pueden contener moléculas sintéticas que imitan el aroma natural de una planta, y eso es perfectamente aceptable, pues ellos pretenden aromatizar más no hacer terapia.
Sin embargo, los aceites esenciales de grado terapéutico deben contener la mezcla óptima de elementos naturales para lograr el resultado terapéutico deseado.
Para alcanzar esta designación, cada aceite esencial debe obtener su calidad de manera natural, sin manipulación con productos químicos ni refinamiento, y cumplir con estrictos controles de calidad en las siguientes áreas:
Control en los cultivos
Las plantas utilizadas para producir aceites esenciales de grado terapéutico deben tener control desde la semilla hasta la cosecha. Es indispensable diferenciar la especie, variedad y calidad de cada semilla.