Los ojos no sólo reflejan la imagen de una persona sino también su manera de relacionarse.
A través de ellos transmitimos sentimientos, emociones, estados de ánimo; pero también manifiestan el estado de la piel y el estilo de vida (insomnio, stress, falta de sueño, hábitos inadecuados de alimentación).
En la zona periocular sucede una serie de factores fisiológicos y anatómicos que determinan que sea una zona altamente sensible, expuesta a diferentes problemas estéticos.
La piel que rodea al contorno de ojos es mucho más fina que el resto del rostro y posee escasas glándulas sebáceas.