La temperatura fue y será por siempre un aliado en la cosmética. Desde la relajación hasta la modelación nos permite poner en funcionamiento nuestro cuerpo en función de un fin determinado. Esto se evidencia en el caso que hoy nos ocupa: la modelación.
Nuestro tratamiento puntualiza la acción del frío y del calor de acuerdo a la necesidad de reducción y afirmación de las determinadas zonas.

La cara interna y la porción inferior del muslo se caracterizan por ser zonas donde se presenta flaccidez, siendo las mismas las que ofrecen mayor dificultad para afirmar a través de otros métodos como la gimnasia.