Qué es el cáncer de piel

Para los médicos resulta importante separar estos tipos de cáncer de piel, ya que son tratados de maneras diferentes.

También resulta importante saber cómo lucen: esto puede que ayude a encontrarlos en la etapa más temprana posible, cuando son curados más fácilmente.

Cáncer de células basales y cáncer de células escamosas

Los cánceres de células basales y de células escamosas son los más comunes de los tipos de cáncer de piel.

Ambos se detectan principalmente en las partes del cuerpo expuestas al sol, tales como la cabeza y el cuello, y se relacionan fuertemente con la cantidad de exposición solar que haya tenido la persona.

En comparación con los melanomas, tienen una probabilidad mucho menor de propagarse a otras partes del cuerpo y de representar una amenaza a la vida.

Aun así, resulta importante encontrarlos y tratarlos a tiempo. De no hacerlo, pueden crecer más e invadir los tejidos y órganos cercanos, causando cicatrices, deformidad o, incluso, pérdida de la función de algunas partes del cuerpo.

Algunos de estos cánceres (especialmente los de células escamosas) se pueden propagar si no son tratados e, incluso, en algunos casos hasta pueden causar la muerte.

Melanomas

Los melanomas pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero son más propensos a comenzar en ciertas áreas.

Entre los varones, el sitio más común es en el torso (pecho y espalda). Y en las mujeres, las piernas son la parte donde se presentan con más frecuencia. También el cuello y el rostro son otros sitios comunes donde se origina el melanoma.

Los melanomas no son tan comunes como los cánceres de piel de células basales y de células escamosas, pero pueden ser mucho más graves. Aunque, al igual que éstos, es casi siempre curable en sus etapas iniciales.

No obstante, si no se atiende, el melanoma tiene una probabilidad mucho mayor de propagarse a otras partes del cuerpo (donde es muy difícil de tratar).

Fuente: American Cancer Society