La seborrea capilar es un problema que se puede manifestar tanto en hombres como en mujeres. Y tampoco tiene una edad específica para presentarse.
Conocida también como dermatitis seborreica, es una afección que se caracteriza por la producción excesiva de sebo en el cuero cabelludo y en la parte posterior de las orejas, provocando la formación de escamas de color amarillo, irritación e inflamación.
La grasa es generada de manera normal por las glándulas sebáceas anexas a los cabellos para mantenerlos sanos, lubricados y brillantes; pero a causa de cambios hormonales, estrés, cuidados capilares inadecuados, contaminación y deficiencias en la higiene, dicho mecanismo llega a perder el equilibrio y secreta una mayor cantidad de sebo.
Cuando se presenta en bebés, habitualmente es causada por las hormonas maternas que atravesaron la placenta antes del nacimiento.
En algunas ocasiones la seborrea puede provocar la caída del cabello, ya que en muchas personas que la padecen se ha visto que se atrofia el folículo capilar que da origen al nacimiento del cabello.
Síntomas habituales
Los síntomas se identifican al realizar una observación directa del cuero cabelludo y de la apariencia del cabello.
Algunos de los más comunes son: secreción excesiva de grasa; presencia de escamas amarillas adheridas al cabello y cuero cabelludo en forma de placas; irritación e inflamación; brotes de caspa; picazón; mal olor y caída del cabello.
Causas de la seborrea capilar
– Cambios y alteraciones hormonales, ya que el aumento de la hormona masculina testosterona (también producida por el organismo femenino) estimula la actividad de las glándulas sebáceas.
– Estrés y nerviosismo.
– Dietas ricas en grasas y carbohidratos.
– Contaminación ambiental.
– Utilización de shampúes con alto poder desengrasante que el organismo, para defenderse de la agresión, puede generar un incremento en la producción de sebo.
– Fricción del cuero cabelludo con dedos, peines y cepillos.
– Higiene capilar deficiente.
Prevención y tratamiento
– Adecuada higiene en el cuero cabelludo (lavado diario y profundo).
– Evitar, en lo posible, las situaciones de estress (un buen apoyo pueden ser los tranquilizantes naturales).
– Seguir una dieta balanceada y beber de 2 a 3 litros de agua diarios.
– Cepillar suavemente el cabello.
– No usar shampoos agresivos o inadecuados al tipo de cabello, lavándolo profunda y diariamente.
– Utilizar champúes y soluciones que contengan agentes desengrasantes suaves, ya que tienen la propiedad de regular la secreción de sebo, eliminar el exceso de grasa, limpiar y dejar el cabello manejable.
– Cuando además de seborrea se aprecia la presencia de caspa, conviene usar productos que contengan sustancias antimicóticas.
– Si el cabello comienza a caerse, se puede recurrir a tratamientos indicados para la alopecía.
– En caso de que el problema persista por más de dos semanas, debe consultarse al dermatólogo para que indique un tratamiento más agresivo.
