Las moléculas de mayor tamaño penetran a través de los folículos pilosos, que son los conductos en los que se sitúa el vello, llegando a capas más profundas de la epidermis.
También los poros de las glándulas sudoríparas son otra vía de entrada de sustancias polares, hidrófilas y de bajo peso molecular.
Sin embargo, las moléculas mayores de 10 micras no atraviesan el estrato córneo, motivo por el cual algunos tratamientos de belleza que emplean grandes moléculas deben ser inyectados o electroporados en la capa correspondiente.
Factores de absorción cutánea
Existen diferentes factores que influyen en la absorción cutánea.
1) Nivel de hidratación.
Mediante la hidratación se consigue mejorar el coeficiente de difusión, pues se aumenta el tamaño de los poros de la epidermis.
Los preparados con propiedades higroscópicas favorecen la absorción de agua ambiental y su incorporación a la piel por humectación.
Por otro lado, un excipiente hidrófobo puede ejercer de agente oclusivo, manteniendo la humedad de la piel subyacente.
2) Tipo de vehículo utilizado.

Para conseguir una penetración más eficaz del compuesto se están probando nuevas vehículos que acompañen la molécula hasta la capa en cuestión.
Tradicionalmente se emplean aceite, agua o alcohol, pero poco a poco se incorporan nuevos “medios de transporte” que permitan que todo (o casi todo) el principio activo que aplicamos llegue intacto al sitio de acción.
De esto se encargan los liposomas, microemulsiones, nanoemulsiones y micelas, que son dispositivos preparados para proteger a la sustancia a transportar durante el viaje a través de la epidermis y liberarla intacta en el lugar deseado.
Dependiendo del nivel de penetración del producto que se pretenda conseguir, se empleará un vehículo u otro.
Para una acción en las capas profundas de la piel se emplearán pastas, ungüentos, pomadas o cremas, y para destinos más superficiales: gel, loción, aerosol o polvo.
3) Forma de aplicación.

Existen técnicas para mejorar la hidratación y, por consiguiente, la penetración de las sustancias.
La forma más común de aplicar las cremas es por medio de masajes o fricciones para repartir correctamente el producto, estimular la circulación sanguínea y elevar la temperatura.
Mediante la oclusión se produce un aumento de permanencia de contacto, lo que aumenta la permeabilidad para compuestos acuosos.
El empleo de técnicas como la electroporación favorece la apertura de canales de difusión.
4) Cantidad aplicada en la zona.
Influye la concentración, la frecuencia de aplicación y el tiempo de contacto del producto con la piel.
5) Estado de la capa córnea.
En algunos estados patológicos, las capas más superficiales pueden estar alteradas y más permeables.
6) Grosor de la capa córnea.
Cuánto más fina sea la barrera, más permeable es una sustancia.
7) Zona del cuerpo.
Las zonas con mayor difusión son, en primer lugar, las plantas de los pies y las palmas de las manos. Después, las axilas y el cuero cabelludo.
8) Edad de la piel.
Más absorción cuanto más joven es la piel. En cuanto al pH, las sustancias ionizadas presentan una menor capacidad de difusión a través de la piel.
9) Circulación sanguínea.
Un mayor flujo sanguíneo aumenta la penetración.
Dra. Carina C. Terráneo
Farmacéutica (MN 12736 UBA). Cosmiatra y Química Cosmética. Creadora de la línea profesional para pieles sensibles asociadas a la rosácea y al acné Cari Terráneo.

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