Los profesionales de la estética, la salud y la belleza (cosmiatras, cosmetólogos, esteticistas y dermacosmiatras, entre otros campos afines) poseen múltiples herramientas teórico-metodológicas en cada uno de sus campos.
Los basamentos conceptuales, y las prácticas concretas en cada una de sus líneas de trabajo y abordaje, sin lugar a duda pueden ser enseñados. Pero ¿de qué modo los actuales y experimentados profesionales pueden brindar todo lo que saben y conocen a los futuros profesionales que pretenden formarse?
Nos encontramos, así, con el desafío de construir una didáctica específica para los capacitadores, ponentes e instructores.
De allí que propongo que pensemos cómo los rasgos distintivos de la didáctica general ofician de ejes vertebrales para consolidar una “didáctica especifica para capacitadores”.