La hiperqueratosis es un trastorno caracterizado por el engrosamiento de la capa externa de la piel, que está compuesta de queratina, una fuerte proteína protectora.
Básicamente, las hiperqueratosis, también llamadas callos o durezas, son un acúmulo de queratina en una zona más amplia que los helomas y de forma más superficial. Tiene forma plana o ligeramente convexa y tiende a localizarse en zonas donde el pie recibe mayor presión como debajo de cabezas metatarsales, lateral de primer dedo y lateral de primera cabeza metatarsal, pulpejos de dedos y bajo articulación interfalángica del primer dedo.
Puede ser causado por fricción, conllevando a la aparición de callos, callosidades, inflamación crónica, eccema o trastornos genéticos como la ictiosis, ligada al cromosoma X o ictiosis (piel extremadamente seca).
Etiología
La hiperqueratosis es producto de una acumulación excesiva de queratina en las capas externas de la piel. El engrosamiento de la piel la protege de la fricción, la presión y la irritación.
Cuando dicha hiperqueratosis adquiere un grosor excesivo no puede acoplarse a la elasticidad del resto de la piel. Al resultar más densa y rígida que los demás estratos que componen el tejido epitelial, se produce, entonces, la separación de esta capa externa del resto de la piel.
La mayoría de las formas de hiperqueratosis son indoloras.