Las uñas son el alerta, no sólo de ciertos cuidados estéticos, sino también, y lo más importante, de algunos problemas de salud.
Aprender a diferenciar sus síntomas es de vital importancia para prevenir o atajar enfermedades.
Además, muchos de los tópicos más escuchados no son ciertos.
#1 Problema: Estrías
Pueden ser:
– Longitudinales: Son las más habituales, y uno de los primeros motivos de consulta. En realidad no tienen ningún significado patológico. Aparecen a menudo con la edad, a partir aproximadamente de los 60 años, y su origen es, habitualmente, hereditario. No existe un tratamiento específico y eficaz para acabar con las estrías, aunque algunas casas cosméticas cuentan con geles que forman una pequeña capa que ópticamente aporta uniformidad a la uña. Sin embargo, este producto no puede cambiar su naturaleza.
– Transversales o “Líneas de Beau”: Se dan tras una alteración en el crecimiento de la uña. Las causas pueden ser procesos febriles agudos, alteraciones nutricionales o utilización de fármacos citotóxicos, aunque también por enfermedades graves.
#2 Problema: Uñas blandas y débiles
Pueden ser:
Finas, sin consistencia: Puede deberse a enfermedades crónicas, reumáticas, etc.
Se rompen con facilidad o les sale una “rajita” (Onicorresis). Ocurre a menudo por meter, de forma repetida, las manos en agua, sobre todo a partir de una edad.